Como todos los grandes cambios históricos, la ERA DEL HIDROGENO ha venido para quedarse, sin que apenas nos lleguemos a dar cuenta de su importancia. Es una auténtica revolución que llega silenciosamente, pero sin pausa.

Y viene para quedarse, ya que es la alternativa más lógica y democrática que existe.

Digo lógica, porque es el elemento más abundante en nuestro universo y está en todas partes.

Y digo democrática, porque todos disponemos de dicho elemento de manera fácil, y no como con los petróleos y demás, que están en manos de unos pocos y ello supone la dependencia de unos sobre otros, la disputa de nuevos hallazgos, y la geopolítica aplicada al interés en dichos hallazgos.

Presentacion Toyota Mirai

Y llega para quedarse por todos estos motivos y muchos más.

Es limpio, es auto sostenible, es relativamente fácil de conseguir, aunque en estos momentos la tecnología para hacerlo todavía está en pañales. Pero se espera que adelante a pasos agigantados en muy poco tiempo.

De hecho, en la actualidad, las grandes potencias (América, Asia, Europa), dedican partidas millonarias de sus presupuestos a la investigación y desarrollo de la misma. Así pues, ya en febrero de 1999, Islandia anunció un plan para convertirse en la primera economía del mundo basada en el hidrógeno. Y la Ciudad sueca de Malmo, fue la primera del mundo (en el año 2003) que contó con una estación de servicio de hidrógeno 100% ecológica y abierta al público en general.

A su favor tiene la capacidad actual de que mediante estaciones fotovoltaicas se pueda descomponer el agua en hidrógeno y en oxígeno, de manera que se podría almacenar una energía que luego se utilizará de combustible en nuestros vehículos.

Vehículos que ya se están fabricando en serie, como es el caso de Hyundai Nexo, y su anuncio tan impactante, en el que se ve a una deportista española famosa realizando una carrera sobre una cinta, dentro de una burbuja de plástico y como única conexión para respirar una toma al tubo de escape de uno de éstos vehículos. Y la explicación consiguiente de que el coche purifica el aire en un 99,9 %. Impresionante.

Aunque, seamos realistas, todavía la tecnología está evolucionando en abaratar la forma en la que conseguir descomponer el agua y/o en obtener el hidrógeno. Pero también está evolucionando muy rápidamente, en hallar el mejor acumulador o batería para el coche eléctrico ideal. El PROBLEMA es que mientras los científicos dan con la fórmula correcta o más idónea,  el común de los consumidores de a pie, se va a hartar a comprar creaciones que o bien se quedarán obsoletas en muy poco tiempo, o bien serán incómodas por sus bajas prestaciones en autonomía o caras en mantenimiento y recambio de acumuladores. De hecho, la masiva venta de dichas alternativas temporales, ayudará al mercado a evolucionar, hasta que se ofrezcan mejores opciones.

Si tiramos de hemeroteca, veremos que lo mismo ya nos pasó con las evoluciones de los motores de combustión interna, tanto de gasolina como de combustible diesel. Recuerdo los primeros motores diesel, ruidosos, sin “tirón” de salida, y que encima “olían”  al combustible. Nada que ver con los actuales, silenciosos, potentes y con gran reprís, y en la mayoría de las veces, si no nos lo dicen ni reconocemos que son diesel.

Evoluciones a las que ayudaron avances como el turbo, la inyección multipunto, la gestión electrónica,  la bomba de alta presión, y un muy largo etcétera.

Tenemos claro que el  mercado no nos da todas las evoluciones en la primera entrega. Qué quiere decir esto, pues que no esperemos todos los avances el primer día.

Si me compro un vehículo de Pila de Hidrógeno, hoy, posiblemente la autonomía sea “sólo” de unos 500 a 650 kmts. Pero si lo hago en segunda generación dicha autonomía, posiblemente sea de 800 a 1000 kmts., y la red de “Hidrolineras” cubrirá todo el territorio.

Yo lo tengo bastante claro, el coche sólo eléctrico no tendrá el futuro que le espera al de Pila de Hidrógeno, ya que mientras no se inventen acumuladores con cargas más rápidas y de mayor intensidad, la alternativa  es obvia. El tiempo de repostaje  de Hidrógeno será de 2 a 5 minutos, igual que si cargáramos combustible de gasolina o diesel. Y la autonomía, como he explicado, en la actualidad ya es de unos 650 km. Y tengamos en cuenta que el aire acondicionado y la calefacción también son un consumo. El frio lo conseguíamos con el compresor por giro de motor, y el calor  por el intercambio térmico de la combustión a través del agua de refrigeración. Pero ahora que nuestro coche es eléctrico, dicho intercambio ya no existe. Y para el frío, tendremos que tener un motor aparte para dicho compresor. Así que cuando te dicen que tu coche de baterías (ellos prefieren decir “células”) tiene una autonomía de 350 km, con climatización, limpiaparabrisas, luces y equipo de música, se reduce entre un 15 y un 30%.

Y por si fuera poco, no voy a hablar de qué puede suponer para las economías el no depender de terceros países, para la compra de combustible, cuando hasta uno mismo podrá en un futuro no muy lejano, (en la actualidad ya es posible) en su propio jardín, tener su propia máquina de descomponer agua con células fotovoltaicas, para auto abastecerse.

Así pues la revolución está asegurada. Pero hasta ese momento, el común de los mortales, seguirá utilizando tecnología diesel o gasolina, que ya está muy evolucionada tanto en sistemas anticontaminación,  como en costos de consumo. Que es lo que todos miramos, es decir, nuestro bolsillo.

Lo importante sería reconocer el cambio que viene, que dicho cambio será muy positivo, que ayudará a reducir los niveles de contaminación actuales, y que para que ello sea posible y el consumidor no pague el pato, deberían reunirse en torno a una mesa,  los políticos, los fabricantes y las asociaciones de consumidores.

Crear un plan viable de transición, en el que se incluya una paulatina retirada de los vehículos que actualmente son más contaminantes, no solo con ayudas (que tanto gustan a algunos) sino con impedimentos de uso pero de manera que no sean traumáticos ni para el usuario ni para la industria.

El tiempo dirá como se hicieron las cosas.

Ejemplo de Hidrolinera

Manuel Osta

FM motor.